El té verde es una infusión de las hojas y brotes de la planta Camellia Sinensis, que al sumergirlas en agua caliente, nos permite extraer las propiedades beneficiosas de la planta de forma que nuestro cuerpo puede absorberlas al beberlo.

Por supuesto, estas propiedades sólo se encuentran en los tés de calidad, que gracias a un proceso de elaboración delicado, consiguen conservar todas estas propiedades, como por ejemplo las técnicas de calentamiento con vapor realizadas en Japón, que detienen el proceso de oxidación de forma más favorable.
Los tés que encontramos en bolsitas en el supermercado, normalmente han perdido gran parte de estas propiedades, ya que se tratan, en muchos casos, de hojas fermentadas que sufren procesos de recolección y elaboración mecánicos, en los que se dañan las hojas, liberando taninos, con la correspondiente perdida de color, sabor y aroma. Esto convierte la infusión en un líquido muy amargo, altamente astringente, además desprovisto de todas las propiedades beneficiosas para nuestro cuerpo.
Por eso, recomendamos siempre beber tés de calidad, que hayan sido elaborados cuidadosamente para conservar, no solo todo el aroma y sabor, sino además todas las propiedades saludables que poseen.
Se dice que el té verde contiene 400 elementos beneficiosos para la salud y por su riqueza en oligoelementos y vitaminas, se recomienda, por ejemplo para prevenir las afecciones digestivas y hepáticas, reducir la hipertensión o incluso mejorar la vista y evitar la caída del cabello. De hecho, cada vez se descubren nuevas propiedades terapéuticas para las distintas variedades del té. Actualmente miles de investigaciones científicas confirman que el té verde, no solamente es bueno para el cuerpo, sino también para la mente.
Además de contener nutrientes como vitaminas, minerales y fibra, también contiene ácido glutámico que ayuda a desintoxicar el amoníaco del organismo ayudando a secretarlo fuera del cuerpo en forma de orina. También contiene tres componentes medicinales principales que van a producir los siguientes efectos:
Catequinas:
es un tipo de polifenol que produce la astringencia en el té.
Se ha comprobado que ayuda a disminuir la presión arterial porque dilata los vasos sanguíneos, con lo que disminuye el riesgo de enfermedades cardiovasculares. También ayuda a disminuir el azúcar en la sangre y el “colesterol malo”. Por lo que tiene un efecto preventivo sobre las enfermedades relacionadas con el estilo de vida.
Es un poderoso antioxidante, por lo que va contribuir a retrasar el envejecimiento, ya que va a evitar el estrés oxidativo en las células del cuerpo. Ayuda a reducir el aumento de melanina y la destrucción del colágeno que causan las manchas en la piel y la flacidez.
Tiene acción antibacteriana por lo que muchos restaurantes en Japón lo sirven con el sushi para evitar posibles molestias estomacales.
Puede prevenir enfermedades infecciosas y ayudar al sistema inmunológico protegiendo el cuerpo de resfriados e infecciones y tiene efecto antialérgico.


Teanina:
Es un tipo de aminoácido que produce el sabor umami refrescante y el dulzor.
Investigaciones recientes han revelado que la teanina solo se encuentra en el té verde, no se encuentra en otras variedades de té, como el té negro o el Oolong.
La teanina tiene una estructura química similar a la del aminoácido glutámico y dado que muchas células nerviosas en el cerebro usan este aminoácido como neurotransmisor no sorprende que la teanina tenga una variedad de efectos en el cerebro.
Así está comprobado que suprime la respuesta nerviosa al estrés porque aumenta las ondas cerebrales Alfa, lo que reduce el estrés y la ansiedad.
Y muchos estudios demuestran que actúa como neuroprotector en el cerebro de forma que contribuye a mejorar la motivación, por lo que tiene un efecto antidepresivo. Favorece la disminución de la muerte de las células nerviosas del cerebro y ayuda a la memoria. Mejora la concentración, el foco mental y contribuye a la reducción de los síntomas de depresión y esquizofrenia. Actualmente se está estudiando su uso para prevenir la demencia y la enfermedad de Alzheimer.
Actualmente hay estudios que confirman que tiene efectos anti cancerígenos.
Tiene un efecto relajante porque va a suprimir la función del sistema nervioso autónomo y por tanto va a dominar el sistema nervioso parasimpático, con lo cual se produce un efecto relajante, que va a contribuir a la mejora del sueño.
Disminuye los efectos de la acción excitante de la cafeína porque impide que la cafeína se libere rápidamente, por lo que el cuerpo va absorberla más lentamente por un periodo de tiempo más largo, por lo tanto el efecto va a ser mas regular y va a durar más en el tiempo.


Cafeína
Es la sustancia que causa el sabor amargo.
Puede suprimir la acción de una hormona en el cuerpo llamada adenosina, que es la que nos causa la somnolencia, por lo que nos ayuda a mantenernos despiertos. Sin embargo, si se toma en mucha cantidad, puede causar insomnio. Por ello, está recomendado tomar unos 200 mg de cafeína por ingesta y en total un máximo de 400 mg por día. Un té verde típico contiene unos 40 mg por taza (200ml), aunque la cantidad de cafeína extraída puede variar según la temperatura y el tiempo de infusión. Nosotros recomendamos no tomar té verde 3 ó 4 horas antes de acostarse, incluso a personas más sensibles, recomendamos no tomar té verde 6 horas antes de acostarse para poder disfrutar de un sueño placentero y reparador.
Diversos estudios afirman que la ingesta de cafeína unos 30 minutos antes del ejercicio aeróbico, aumenta la oxidación de grasas, por lo que ayuda a perder peso aumentando el metabolismo y por lo tanto, a quemar grasas.
Ayuda también a aliviar migrañas y tiene acción diurética.

La concentración de cafeína varía dependiendo de la temperatura del agua para la infusión de las mismas hojas de té, es decir, si hacemos la infusión a baja temperatura (hasta unos 60°C) tendrá menos cantidad de cafeína que si la hacemos con agua caliente (a partir de 60°C); ya que la cafeína tiende a disolverse a medida que la temperatura aumenta.